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lunes, 18 de febrero de 2013

Lunares o Topos

Uno de nuestros post más leído fue la fórmula magistral de Blanco+Negro = Blanco y Negro. Y es que es un binomio perfecto. Es la frase típica o Blanco o Negro pero es que para muchos no existen los grises. Y hoy buscamos más allá en los puntos de la combinación.


Esos puntos suspendidos en muchos objetos que rodean nuestro entorno, círculos estarcidos sobre un patrón no necesariamente equivalentes en tamaño ni separación. Los lunares o topos no son una novedad, su historia se remonta a mediados del siglo XVIII. Por esa época la aristocracia comenzó a fijar una serie de manchas en los tejidos. Fue en 1840 cuando esos círculos pasaron a llamarse 'lunares'. Desde aquel instante y hasta nuestros días, la admiración de este estampado no ha parado.


En España, el diseño de lunares está asociado al traje de flamenca aunque también está presente en otros trajes típicos, como el de chulapa. El estilo se hizo popular en la vestimenta británica del siglo XIX. Y en la época dorada de Hollywood los lunares se estampaban sobre texturas nobles, vestidos y ropa interior.
Apuntemos los lunares y topos como propuesta en todos los estilos de vestuario urbano.
Nunca pasan de moda, nos sentimos atraídas racionalmente e irracionalmente por su forma y como nos gustan los seguimos llevando.


Grandes o pequeños son tendencia a cualquier hora del día, su versatilidad los convierte en un estampado.


Las pasarelas internacionales se ven inundadas de nuevas colecciones y los polk dots, como se dice en inglés, rara vez faltan en los desfiles.


Siendo uno o multiplicándose por mil, los lunares suman vida a la prenda.


 No olvidemos que nos invaden a lunares en complementos.


 Zapatos, bolsos, abanicos, corbatas...





 Y siempre con buen gusto en la decoración.


Somos nosotras quienes decidimos cuándo y dónde ponérnoslos.

























 Y es que es signo de elegancia hasta para agradecimientos.